Jordania
Jordania es un destino que deslumbra a sus visitantes con una mezcla impresionante de historia, cultura y paisajes naturales, que incluye desde las ruinas de antiguas civilizaciones hasta maravillas naturales únicas. Con los programas diseñados por azulmarino y EL PAÍS Viajes podrás explorar las maravillas de esta joya situada en el corazón de Oriente Medio.
Qué ver en Amán
La capital de Jordania, Amán, es una ciudad que combina lo moderno con lo antiguo. A tan solo una hora de Amán, te encontrarás con Jerash, conocida como la "Pompeya del Este". Este sitio arqueológico es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura grecorromana en el mundo. No te pierdas el Arco de Adriano y el Templo de Artemisa. No dejes tampoco de explorar las maravillas de la arquitectura islámica y omeya en los Castillos del Desierto, ubicados en los alrededores de Amán. Qasr Kharana, Qusayr Amra y el Castillo de Azraq son testigos de un pasado glorioso que aún resuena en sus muros.
Qué ver en Petra
Petra, conocida como la Ciudad Rosa por el color de sus rocas, es un destino turístico clave en Jordania y una de las Nuevas Maravillas del Mundo. A esta antigua ciudad, famosa por su arquitectura esculpida en la roca, hay que acceder a través del Siq, un estrecho cañón que conduce a la impresionante fachada del Tesoro. Además, Petra está llena de otros monumentos impresionantes como el Monasterio, el Teatro y numerosas tumbas y templos, cada uno con su propia historia. Para los aventureros, hay numerosas rutas de senderismo que llevan a puntos elevados con vistas panorámicas de la ciudad. Petra también ofrece una experiencia mágica durante la noche, con velas que iluminan el camino hacia el Tesoro, creando una atmósfera inolvidable. Tampoco debes perderte la Pequeña Petra. A menudo eclipsada por su hermana mayor, la Pequeña Petra es un sitio encantador que ofrece una visión más tranquila y menos concurrida de la ingeniería nabatea.
Otros puntos turísticos fascinantes para ver en Jordania
Más allá de Amán y Petra, Jordania está repleta de tesoros que esperan ser descubiertos. Uno de estos tesoros es el Monte Nebo, donde la tradición bíblica dice que Moisés contempló la Tierra Prometida. También deberías conocer Madaba para admirar el famoso mosaico del mapa de Tierra Santa en la Iglesia Ortodoxa Griega de San Jorge. Otro punto muy interesante es Wadi Rum, conocido por su paisaje que recuerda a la superficie lunar, donde podrás explorar sus vastos desiertos y disfrutar de una noche bajo las estrellas en una tienda estilo marciano. También deberías visitar el castillo de Shobak y el castillo de Karak. Estos castillos de la época de los cruzados te transportarán a una era de batallas y leyendas. Y, por supuesto, no dejes de visitar el Mar Muerto, el punto más bajo de la tierra y, si es posible, darte un relajante baño en sus aguas salinas.
La cultura de Jordania es un mosaico fascinante de tradiciones y costumbres que reflejan su rica historia y diversidad. Un aspecto central y distintivo de esta cultura es la hospitalidad. Los jordanos son conocidos por su calidez y generosidad hacia los visitantes, una cualidad que se manifiesta en la forma en que reciben y tratan a sus huéspedes, a menudo con té, café y conversaciones amenas. En cuanto a la religión, Jordania es predominantemente musulmana suní. Esto se refleja en muchos aspectos de la vida cotidiana. La religión no solo guía las prácticas diarias, sino que también influye en las normas sociales y las festividades. La cultura jordana también se expresa a través de sus artes y artesanía. La cerámica, la joyería y los tejidos bordados son solo algunos ejemplos de las habilidades artísticas que se han transmitido de generación en generación. La caligrafía árabe, en particular, es una forma de arte altamente valorada, que se encuentra en manuscritos, edificios y obras de arte. La música y danza ocupan un lugar destacado en la cultura jordana. Estilos tradicionales como el dabke, una danza folclórica, y la música beduina son comunes en celebraciones y eventos especiales, creando un ambiente festivo y comunitario. Cabe destacar que, aunque la ropa occidental es común, especialmente en las ciudades, la vestimenta tradicional como el keffiyeh y el thawb aún se usa ampliamente. Esta preferencia por la ropa tradicional es especialmente notable en áreas rurales y en ocasiones formales.
La gastronomía de Jordania es una experiencia en sí misma, mezclando sabores tradicionales con una hospitalidad inigualable. Al hablar de la comida jordana, es imposible no mencionar el Mansaf, el plato nacional. Este delicioso guiso de cordero, cocido en un yogur secado llamado jameed y servido sobre arroz, simboliza la esencia de la cocina jordana. Además, los falafel y hummus, omnipresentes en la mesa jordana, ofrecen un sabor auténtico de Oriente Medio, perfectos para una comida rápida o un aperitivo. Y para aquellos que buscan un plato único, el Maqluba, con su interesante técnica de 'inversión', mezcla carne, arroz y verduras en una deliciosa combinación. En cuanto a los postres, el Knafeh y la Baklava son imprescindibles. El Knafeh, con su mezcla de queso y pasta filo, y la Baklava, con sus capas de pasta filo y nueces, endulzarán tu experiencia gastronómica. Para vivir la cocina jordana al máximo, los mercados locales como el de Amán y los souks en Petra y Jerash son esenciales. Aquí, los aromas y sabores se entremezclan, creando un ambiente vibrante. Por último, no podemos dejar de señalar la cultura del té y café, con el té beduino y el café árabe, que añaden un toque especial a cualquier comida.
Desde azulmarino y EL PAÍS Viajes, te invitamos a explorar los encantos de Jordania y a sumergirte en su rica cultura y paisajes impresionantes. ¡Ven y descubre con nosotros este fascinante destino!