
Japón
Japón, una nación que entrelaza la elegancia de su tradición con la innovación de la modernidad, es un destino que no deja de sorprender. Desde azulmarino y EL PAÍS Viajes te invitamos a conocerlo gracias a alguno de los programas que hemos diseñado para que lo conozcas y experimentes con todo lujo de detalles.
Tokyo, la capital
Tokyo es una inigualable mezcla de culturas y estilos. Aquí puedes sumergirte en el famoso distrito de Shibuya, conocido por su icónico cruce peatonal. No te pierdas el Santuario Meiji, un oasis de paz en medio del ajetreo urbano. También debes explorar el distrito de Harajuku para ver las últimas tendencias en moda y visitar el Yoyogi Park para un respiro de la ciudad. Si eres un amante de la literatura, la Universidad Waseda y su Biblioteca Harauki Murakami son paradas obligatorias. Y para una experiencia nocturna única, nada como Shinjuku Kabukicho & Golden-gai Street.
Nikko
Nikko, con sus paisajes que quitan el aliento, es otro destino que no puedes dejar de visitar. El Santuario Toshogu no solo es impresionante, sino también un sitio lleno de historia. La Cascada Kegon y el Lago Chuzenji son ejemplos perfectos de la belleza natural de Japón.
Nagano - Manza Onsen/Gunma
En Nagano, el Templo Zenkoji te invita a un viaje espiritual, mientras que el parque de monos Jigokudani ofrece una experiencia única con la naturaleza. Y para relajarte, Manza Onsen en Gunma es el lugar ideal con sus tradicionales ryokans y aguas termales.
Kyoto, corazón cultura de Japón
Kyoto es un destino que no puede faltar en tu itinerario, incluyendo el impresionante Santuario Fushimi Inari, el Mercado Nishiki y el histórico distrito de Gion. Además, el Bosque de bambú de Arashiyama, el Templo Tenryu-ji, el Puente Togestu, el Templo Dorado (Kinkaku-ji), el Ryoan-ji, el Ginkaku-ji Temple, el Camino de los Filósofos, el Templo Sanjusangendo y el Kiyomizu-dera son solo algunos de los tesoros que Kyoto tiene para ofrecerte.
Nara
Nara, antigua capital de Japón, es famosa por el Todaiji Temple y su Gran Buda, así como por el encantador Parque de Nara donde los ciervos deambulan libremente. Es un lugar que combina la historia con la naturaleza de una manera única.
Osaka
No dejes de visitar Osaka, mezcla la modernidad con la tradición. Pasea por las calles de esta vibrante ciudad, visita el histórico Castillo de Osaka y disfruta de las impresionantes vistas desde el Umeda Sky Building.
Japón, gracias a su cultura única, ofrece muchas de actividades que enriquecerán tu viaje. Si lo tuyo es descubrir la esencia de las ciudades, Tokio te espera con sus barrios llenos de vida. Puedes sumergirte en el mundo de la tecnología y el anime en Akihabara, o cruzar el famoso paso de peatones de Shibuya. Para una vista panorámica inigualable, el mirador Shibuya Sky ofrece una perspectiva impresionante de la ciudad. Por otra parte, no olvides que Japón es un país donde la espiritualidad se siente en cada rincón y que te invita a profundizar en sus tradiciones. Así que no dejes de participar en ceremonias y aprender sobre el zen, haikus, ceremonia del té, sintoísmo, wabi-sabi e ikigai. Vivir la experiencia en un monasterio budista y sumergirte en el mundo de los templos y santuarios te conectará con las raíces espirituales del país. Para aquellos que buscan un refugio de paz, los ryokans tradicionales ofrecen una experiencia auténtica japonesa. Los baños Onsen son perfectos para relajarse y disfrutar de la belleza natural de Japón. Las excursiones a lugares como el Monte Komagatake y el Lago Ashi en Hakone te permitirán respirar aire fresco y admirar paisajes impresionantes. En contraste, en el corazón de Tokio, el Team Lab Planet es una visita obligada para los amantes del arte digital. Este museo interactivo te sumerge en un mundo de arte y tecnología, ofreciendo una experiencia sensorial única.
Japón es conocido por su habilidad para equilibrar respetuosamente sus profundas tradiciones con la modernidad y la innovación tecnológica. Esta mezcla se refleja en su arquitectura, moda, y en la vida cotidiana. Además, la cultura japonesa valora mucho las artes, como la caligrafía (shodo), la ceremonia del té (sado), y las artes marciales (budo). La artesanía, como la cerámica, el textil, y la carpintería, también juega un papel importante. En lo que se refiere a religión y espiritualidad, el sintoísmo y el budismo son las principales religiones, y ambas influyen significativamente en la filosofía y las prácticas espirituales japonesas. Se enfatiza la armonía con la naturaleza y el respeto por los ancestros. Cabe destacar que Japón tiene un enfoque distintivo hacia la estética, valorando la simplicidad, la sutileza y la elegancia. Conceptos como "wabi-sabi" (la belleza de la imperfección) y "ma" (el respeto por el espacio) son fundamentales. Por otra parte, los festivales o matsuri son eventos comunitarios importantes que a menudo están ligados a la religión sintoísta. Celebran las estaciones, las cosechas, y los eventos históricos o religiosos. Un aspecto esencial de la cultura japonesa tiene que ver con el respeto y cortesía. En este sentido, la sociedad japonesa pone un gran énfasis en el respeto y la cortesía. Esto se manifiesta en prácticas como la reverencia, el uso cuidadoso del lenguaje honorífico y la consideración por los demás en la vida diaria. Por último, no podemos olvidar que Japón tiene una rica tradición literaria, desde antiguos textos poéticos como el "Manyoshu" hasta la literatura contemporánea. En el cine, Japón ha producido obras icónicas y directores famosos como Akira Kurosawa, que han influido en el cine mundial.
La comida japonesa es una combinación perfecta de sabor, arte y tradición. El sushi y sashimi, con su frescura marina, son algunas de las propuestas culinarias más conocidas del país, así como el ramen, esa reconfortante sopa de fideos, y la tempura, crujiente y ligera. Pero tampoco podemos olvidar el takoyaki, esas bolitas de pulpo que son pura magia en tu paladar. Hablando de gastronomía japonesa no podemos dejar de mencionar los mercados, como Tsukiji en Tokio, que son un festín para los sentidos. Aquí, el marisco fresco es el rey. Y en el Mercado de Nishiki en Kyoto, te pierdes entre puestos de sabores únicos y productos locales. En los festivales, los puestos de comida ofrecen desde yakitori hasta okonomiyaki. Mención especial merecen los restaurantes. Los izakayas son perfectos para picar algo con amigos, y los restaurantes especializados te llevan a un viaje específico de sabor, ya sea udon, tonkatsu o tempura. Y si buscas algo más elevado, los restaurantes de alta cocina ofrecen experiencias de kaiseki, donde cada plato es una obra de arte. Por otra parte, hay que mencionar la las tradiciones culinarias de Japón, como la ceremonia del té, no solo deleitan el paladar, sino también el espíritu. Y no hay que olvidar que, en Japón, es importante comer según la estación y la presentación estética de los platos, algo que refleja un respeto profundo por los ingredientes y la naturaleza.
En azulmarino y EL PAÍS Viajes te ofrecemos la oportunidad de descubrir los tesoros ocultos de Japón. ¡Ven y descubre con nosotros la armonía única entre su milenaria cultura y su impresionante modernidad!